Se anuncia la primera aplicación práctica del memristor; el cuarto componente.

Se anuncia la primera aplicación práctica del memristor; el cuarto componente.

Se anuncia la primera aplicación práctica del memristor; el cuarto componente.

Desde 1971, y gracias al ingeniero electrónico e informático Leon Ong Chua, acompaña a las resistencias, condensadores y bobinas un nuevo componente pasivo muy interesante para los que llegamos a la electrónica desde la informática, es el memristor. El memristor se comporta como una resistencia cuyo valor varía en función de la corriente que la haya atravesado en el pasado; es decir, tiene memoria porque recuerda la corriente y es capaz de expresarla cambiando de resistencia.

Tabla de contenidos

    El memristor relaciona el flujo magnético con la carga como relaciona, por ejemplo, la resistencia la la corriente y la tensión, un condensador tensión y carga o una bobina el flujo magnético y la corriente.

    Tabla del memristor, la bobina, la resistencia y el condensador

    Hasta 2008 era sólo un modelo teórico o, si lo prefieres, la predicción de una futura aplicación, pero en los laboratorios de HP (los HP Labs) consiguieron en abril de ese año construir el primer componente real. La verdad es que entonces no parecía posible que estuviera disponible un ordenador (u otro dispositivo) que usara esa tecnología en un plazo breve, un poco como esos anuncios de ordenadores cuánticos que nunca terminan de llegar del todo.

    Esta semana ha sido noticia que HP piensa liberar (publicar de forma libre) su sistema operativo Linux++ así como otras herramientas de software como un emulador el próximo 2015 (no-ticia, en realidad, ya veremos en 2015)

    Este sistema operativo, un Linux mejorado y adaptado, es el que usará su nuevo ordenador basado en la tecnología de memristor que implementaron hace seis años, más o menos siete en 2016 cuando se anuncia que estará funcionando el hardware; breve plazo para tan grande evolución.

    Como es lógico, un producto de este tipo tenía que llevar un nombre a su altura: La Máquina (bueno, The Machine) y como te imaginarás no es un ordenador para poner en tu escritorio sino un servidor de los grandes.

    Y si cabe aún más expectación, el prometido sistema operativo no es más que un paso intermedio para el sistema operativo definitivo de La Máquina: Carbón (bueno, Carbon) que según prometen estará escrito desde cero lo que es un esfuerzo en software de dimensiones próximas al avance en hardware.

    Como ser humano que disfruta trabajando en informática y en electrónica y sobre todo como convencido defensor de la continua re-invención de la rueda, es una no-ticia excelente que espero que se convierta pronto en noticia completa. Mientras tanto, ahí dejo mi versión del gráfico de los cuatro componentes pasivos de Parcly Taxel, ya reales y funcionando, sobre todo para que juguemos el parchís y un poco también por lo de la moralina sobre lo práctico que es tener frescos los viejos conocimientos y apoyarnos en ellos para no dejar de aprender otros nuevos.


    Post Comment

    You May Have Missed